Experiencia en la producción de vidrio laminado para arquitectura con película PVB
Xinbohong, fabricante de vidrio laminado con más de 20 años de experiencia en el sector, es uno de nuestros estimados clientes. Su ingeniero jefe, el Sr. Leo, compartió recientemente con nosotros la riqueza de conocimientos y experiencia que han acumulado en la producción de vidrio laminado. He aquí un vistazo a la experiencia y los meticulosos procesos que les han convertido en líderes en su campo.
Dominar el arte del vidrio laminado: Ideas de un fabricante veterano
Sr. Leo: En el mundo de la producción de vidrio arquitectónico, mantener el estado prístino de la sala de laminación es primordial. Nuestra experiencia nos ha enseñado la importancia de blindar Láminas de PVB (butiral de polivinilo) de la luz solar directa y mantener la temperatura ambiente entre 20 °C y 26 °C. Igualmente importante es controlar la humedad relativa para que se mantenga entre 25% y 40%. Estas condiciones son vitales para garantizar que el contenido de humedad de la película de PVB oscile entre 0,4% y 0,6%, lo que resulta esencial para obtener unos resultados de laminación óptimos.
Cuando se trata del proceso de laminado, la precisión y el cuidado son nuestros principios rectores. El proceso comienza colocando el cristal en posición horizontal y extendiendo con cuidado la película de PVB sobre él. A continuación, se coloca otro trozo de cristal encima y se recorta meticulosamente el exceso de película con una pequeña cuchilla. La experiencia nos ha enseñado la importancia de manipular la lámina con cuidado durante el recorte para evitar deformaciones y la formación de burbujas de aire. Garantizar un exceso de película de 2-3 mm alrededor de los bordes del cristal es un detalle pequeño pero fundamental que marca una diferencia significativa. Un consejo clave que hemos descubierto es evitar el contacto directo entre la cuchilla de recorte y el cristal, ya que esto puede dar lugar a micropartículas que causan burbujas a lo largo de los bordes procesados.
La desaireación de la prensa superior es un paso que no puede pasarse por alto. El vidrio ensamblado debe someterse a este proceso para expulsar cualquier residuo de aire atrapado entre la interfaz del vidrio y la lámina, garantizando un sellado sin juntas de los bordes antes del conformado a alta presión. Nuestro método preferido es la desaireación con prensa de rodillos, que consiste en precalentar el conjunto de vidrio antes de que pase por una serie de rodillos que expulsan el aire restante, garantizando un sellado perfecto. Una banda transparente alrededor del perímetro del vidrio laminado después de la desaireación es un signo revelador de un trabajo bien hecho, ya que evita que cualquier posible reflujo de gas cree burbujas en el autoclave.
El proceso de rodillo de caucho de doble juego es donde la magia de la temperatura y la presión se entrelazan finamente. El comportamiento de la película a diferentes temperaturas -se vuelve semitransparente entre 60 °C y 90 °C y transparente por encima de 90 °C- nos ha enseñado el delicado equilibrio necesario. La temperatura debe ser la adecuada para evitar un sellado prematuro de los bordes o, por el contrario, un sellado incompleto que provoque burbujas de reflujo. Hemos afinado los espacios entre los rodillos de caucho y los ajustes de temperatura y presión para garantizar que el vidrio laminado salga impecable. El funcionamiento del vidrio a una velocidad de 400-700 rotaciones por hora ha demostrado ser óptimo.
Nuestra estrategia de producción consiste en preparar el vidrio necesario con antelación y mantener un flujo de trabajo continuo e ininterrumpido. Este enfoque ayuda a evitar las drásticas fluctuaciones de temperatura en la caja de temperatura constante que pueden complicar el control de la temperatura de la superficie del vidrio. Estos conocimientos son la culminación de años de dedicación y perfeccionamiento en el arte del laminado del vidrio, que garantizan que cada pieza que producimos cumple las normas más estrictas de calidad y seguridad.